Un árbitro expulsa a una aficionada en un partido de fútbol femenino navarro.
“O se va usted o me voy yo”. Así le contestó un árbitro a una espectadora situada en la grada de un partido este fin de semana. La situación no es nueva porque ya se ha vivido otras veces en los campos del fútbol navarro. Sin embargo, esta vez ha llamado la atención que haya sido en un partido de fútbol femenino, en donde, generalmente las agresiones físicas y verbales suelen ser inexistentes afortunadamente.
Así lo narraba Diario de Noticias en su medio:
Domingo por la tarde. Partido de fútbol regional femenino en la Comarca de Pamplona. Encuentro disputado. Goles en ambas porterías. Todo normal, salvo por una recriminación constante de una persona de la grada al árbitro del encuentro. Disconformidad con sus decisiones, reclamaciones, desconsideraciones... El colegiado sigue su tarea. Descanso. Con el deseo de que el ambiente se calme, arranca la segunda parte. Todo sigue igual. Más descalificaciones hacia su labor. A falta de veinte minutos para el final, el colegiado decide detener el partido. Busca al delegado de campo. Al parecer, no lo encuentra y se dirige directamente a la persona que desde la banda considera que le está faltando. “O se va usted o me voy yo”. Y la persona que le increpaba se marchó.
Un asunto para olvidar, que todavía puede hacer más daño en el contexto en el que se produjo. El partido en cuestión era de fútbol femenino, una competición que desde todos los estamentos se intenta impulsar. Y si alguna vez se ha tenido que lamentar que un aficionado increpe a una árbitra, en este caso los papeles se invirtieron: una aficionada fue la que faltó al colegiado que estaba dirigiendo el partido.
Testigos de la acción, lamentan que se presencien hechos así. “Que pasen cosas de este tipo es para lamentar, porque se está peleando para que el fútbol femenino vaya creciendo y estas cosas no ayudan. De todos modos, no me gustó la actitud del público, ya que en ningún momento mostró su apoyo hacia el colegiado en este suceso. Eso hizo que por un momento en el partido se calentaran los ánimos de los aficionados e incluso de las jugadoras. Estas cosas no ayudan”, comenta otro de los espectadores que acudieron al partido.
El protocolo arbitral dice que el colegiado, en casos de mala actitud por parte del público, debe comunicárselo al delegado y, en caso de que la situación no se arregle y continúe, puede llegar a suspender el encuentro, como ha ocurrido en las dos temporadas precedentes en más de una ocasión, tanto por insultos racistas como por comentarios machistas. En esta ocasión, al parecer, la ausencia del delegado fue la que provocó que el propio colegiado, de Tercera División, intentara solucionar la situación.